miércoles, septiembre 26, 2007

Que no sea Kang, por favor

Hay una idea que lleva dando vueltas por mi cabeza unos cuantos días, y ya va siendo hora de que la ponga por escrito para compartirla con todos vosotros, o en otras palabras, tengo preparado otro de mis peligrosos monólogos, así que temblad.

La manida idea que no me deja en paz va relacionada con los jóvenes que se incorporan al trabajo, situación nueva para mí y mis amigos aunque creo que ya van unas cuantas personas que han pasado por esa misma etapa a lo largo de su vida. Muy de moda nuestra situación, somos parte de lo que se llama "mileuristas", o la generación de los miles (mil estudios, mil idiomas, mil euros). En mi caso particular no hay quejas por el momento, ya que mi sueldo cubre mis gastos, y además me he convertido en una de las personas más limpias de este país y del viejo continente, cosa de la que pocos pueden presumir. Pero es la situación general la que me preocupa, o más bien el hecho de ver demasiadas situaciones parecidas como para establecer un cierto patrón en cuanto a la situación en la que nos encontramos éstos jóvenes de los que he hablado.

Podría decir que tengo la suerte de pertenecer a un grupo de gente brillante en sus estudios; telecos, informáticos, biólogos, arquitectos, músicos, licenciados de todo tipo entre los que se encuentran algunos con expedientes nada desdeñables, con medias ligeramente superiores a dos, algunas matrículas, algunos premios e incluso algunas tesis cum laude. Por decir más, puedo añadir que conocemos otros idiomas (el inglés la amplia mayoría y en ciertos casos tres idiomas), que hemos viajado, o que tenemos cierto nivel cultural por si de algo sirviera.

Imagino que a tenor de estos perfiles pocos podrían imaginar la situación laboral en la que estamos sumidos: telecos becados por el estado para investigar, a mil euros y no más; biólogos sin trabajo, o en su defecto buscando prácticas en empresa sin remuneración; bioquímicos investigando por no más de mil euros; ingenieros industriales becarios de hasta ocho horas diarias no alcanzando los 600 euros mensuales, arquitectos obligados a darse de alta como autónomos a pesar de trabajar por cuenta ajena; y podría seguir con otras carreras y otros ejemplos, pero la línea es la misma. Precariedad laboral y sueldos mínimos creo que resumen bastante bien las condiciones generales de trabajo descritas.

Por otro lado, la sociedad no puede quejarse de nuestros gastos. Ocio, cultura, deportes, hostelería, viajes, los más atrevidos se aventuran a independizarse de sus padres alquilando estudios, y los ya remotamente temerarios buscan créditos que les permitan comprar un piso para ellos. En relación a nuestros ingresos, probablemente seamos el "sector social" que más dinero gasta, que más "economía mueve", algo que hace las delicias de bancos y ministros de economía según parece ser.

Hablando de alquileres y compras, el gobierno anuncia más que orgulloso las ayudas a la vivienda para gente joven, pero no comenta nada sobre un problema más que serio respecto a esto: los alquileres y compras en negro. ¿Qué porcentaje de la vivienda se exige pagar en negro? ¿Cuántos ven incluido el IVA en sus mensualidades del alquiler? Y en caso de no verlo por ningún lado y pedir una factura en condiciones, no hay que preocuparse, el dueño del piso no tendrá ningún problema en subir el alquiler ya de por sí elevado, incluyendo en él no sólo el IVA, sino la parte proporcional al recargo que Hacienda le hará a él por disfrutar de ese ingreso. Con estas premisas veo difícil acceder a una ayuda estatal digna. Sin "contrato oficial" dudo exista una "ayuda oficial", y los contratos de esas características escasean. Tampoco podemos renunciar a esos contratos, porque entonces ¿cuántos pisos nos quedan?

Y al final de todo esto, sólo queda una pregunta por hacerse: ¿quién nos defiende? ¿quién juega de nuestro lado? A pesar de haberla estudiado en el Instituto como todo el mundo, con el tiempo he olvidado la historia de los sindicatos, pero imagino que dirá algo así como que a finales del siglo XIX o principios del XX, cuando la situación laboral de la inmensa mayoría de los empleados era más que abusiva (niños en la mina, jornadas de 16 horas...) ciertos trabajadores empezaron a unirse en grupos de apoyo que lucharan por los derechos de la mayoría. Pues bien, si bien es cierto que la situación dista mucho de ser tan dramática, hoy en día no sólo no existe (o al menos yo no tengo el placer) un grupo, un sindicato, un ser del futuro, que vele o luche por los derechos de los recién licenciados. Bajo la eterna promesa de "vosotros lo pasáis mal los primeros tres años, pero luego vivís como queréis" cualquiera se aprovecha de los servicios de uno de nosotros. Para mayor desgracia, ni siquiera entre nosotros existe una conciencia de clase que fomente la colaboración entre nosotros mismos, y como ejemplo basta el de las consultoras repletas de jóvenes licenciados, los cuáles a causa de su fiera rivalidad, acaban compitiendo los unos contra los otros a base de trabajar horas extraordinarias sin pedir compensaciones a cambio (ya se sabe, si trabajas más y cobras menos, vales más).

Y es que cuentan que tradicionalmente los jóvenes, eran ese grupo social que se encargaba de empujar a una sociedad cultural e ideológicamente, impulsando los motores de cambio que hicieran evolucionar a esa sociedad y sin embargo, hoy en día, temo que en esta sociedad apolítica, carente de ideologías y donde lo que más prima es el pan para hoy, los jóvenes nos hemos convertido en un mero motorcillo del consumo desmedido y sin sentido del que disfrutamos. Así planteado, no me sorprende que crezcan debajo de cualquier piedra los infelices, los hastiados, los desencantados de todo, y los egoístas que se mueven al son del lema de "yo antes quería comerme el mundo, pero ahora me basta con que me des lo mío. El resto ya no importa".

lunes, septiembre 17, 2007

Un par de siestas más

Un nuevo rumor ha saltado en la red sobre el culebrón Alonso-Hamilton-Dennis, y no es sino la confirmación de que Fernando se va a tomar el año que viene de descanso. Pero se trata, más que de un descanso, de un cambio de aires. Comenzará su carrera de actor. Por el momento le han llovido bastantes ofertas, siendo la más interesante un remake de una trascendental historia de amor:

Tienes un e-mail.

En fin, que al final el World Motor Sport Council ha decidido que McLaren espió, pero que el coche resulta ilegal solamente para el campeonato de constructores. El campeonato de pilotos no se ha visto afectado por esta ilegalidad. Toma ya.

Mientras tanto parece ser que el asturiano, buscando una salida del equipo inglés para la temporada que viene, amenazó a Ron Dennis con contarlo todo todito todo y ala, no me puedes coger que estoy en casa. Ron, tío frío donde los haya, llamó por teléfono corriendo a la FIA para avisar de que habían espiado, y de que el mal nacido del asturiano iba a chivarse: "prefiero que se sepan las cosas por mí", bien dicho ron.

La prensa inglesa lo ha comprendido todo: La culpa es de Alonso. Para el que no lo entienda, trazaremos un símil sencillo:

Si tu amigo le roba la cartera a una señora mayor delante tuyo y tú le denuncias a pesar de ser tu amigo, el culpable eres tú.


Otra cosa bien distinta es que el comportamiento de Alonso deje mucho que desear y sea todo menos deportivo (premio príncipe de asturias por ahí detrás...) En resumen, que han pillado a los McLaren porque Ferrari se ha dado cuenta de que les espiaban (McLaren denunció irregularidades del Ferrari bien escondidas, como el "fondo plano"), que Alonso se quiere ir a cualquier precio porque no está a gusto, que Alonso tiene muchas posibilidades de ganar el mundial, que lo del espionaje es el pan de cada día en la F1 y sólo lo han denunciado esta vez porque los ingleses han ido demasiado lejos, y que Massa es un cagón (esto de propina).

En cuanto a los dos últimos grandes premios, poco que decir. Una siesta en cada uno de ellos no sería un mal balance. He de corregir, antes de continuar, algo que dije en el anterior post, y es que Ferrari no es superior a McLaren en los circuitos rápidos. En realidad, los plateados son más rápidos en los circuitos de mucha carga aerodinámica y en los de poca. Ferrari es más rápida en los circuitos intermedios. Con esto, hemos visto dos dobletes, uno para cada uno, y en los dos Alonso le ha dado para el pelo a Hamilton; no tanto en diferencia de puntos (3) pero sí moralmente. Es cierto que una salida de pista de Alonso en el siguiente daría la victoria a Hamilton, pero también es cierto que en los seis últimos grandes premios, el inglés sólo ha podido superar al bicampeón en Hungría, donde los comisarios tomaron partido, partido hasta mancharse. El asturiano está centrado y salvo catástrofe o manipulación, no nos defraudará en Brasil a final de temporada. Espero que como poco, llegue con un punto de diferencia para poder repetir el duelo Senna-Prost del 90, y lo tire fuera en la primera curva, a lo campeón.


Por detrás, Heidfeld, Rosberg y Kovalainen no defraudan. La nueva generación ha jubilado por fin a los Coulthard, Barrichello, Button, Fisico, Trulli, Ralph y Wurz, los últimos restos de la generación Schumi. En las próximas dos temporadas, veremos como estos asientos quedarán libres (y son 7) para dar paso a los nuevos yogurines. Parece que Sutil lo está haciendo de miedo con el Spyker, aunque corriendo por ahí atrás es difícil distinguirlo...


Y poco más chavales. No voy a contar nada más de lo del espionaje porque ya se ha aireado de todo (muchas barbaridades por el medio), y como ya he dicho, las últimas carreras están siendo harto aburridas. La pelea por el mundial le da un poco de vidilla, pero las enormes diferencias entre los cuatro primeros en cada carrera, hacen que parezca una contrarreloj de las largas en lugar de un gran premio.

Por cierto, atentos a Kimi, que aunque tiene muy pocas posibilidades, dos carreras quedando por delante de Hamilton y Alonso le harían llegar al último GP con posibilidades matemáticas de alzarse con el campeonato. Eso sí que sería una gozada...

martes, septiembre 11, 2007

Siete puntos

Es desmoralizante cuando no salen las cosas en el laboratorio, es un subidón cuando salen dos o tres seguidas. ¿El resto del tiempo? Un término medio, las cosas salen a medias, o no tienes muy claro si salen y vas a ciegas hasta que puedas afirmar que lo hiciste bien o que la cagaste en un paso indeterminado. Conclusión: este es un negocio muy existencialista.

Si tengo que recomendar un cómic esta semana, que sea Ex-Machina. ¿Qué pasaría en el mundo real si existiera un superhéroe? Que acabaría de alcalde de Nueva York, jodido por la política municipal y con ganas de fusilar a la mitad de su electorado. A medida que esta serie genial se vuelve más política y menos superheróica me gusta cada vez más, y si no es una de las mejor dibujadas de la actualidad que baje Rob! y que lo vea. Para compensar, dos tebeos horribles, uno de Spider-man angustiado (tocho cagándome en él en el anexo I) y uno del Capitán América en Irak. Para echar cohetes. Captain America: Chosen es un panfleto tan panfletario que a ratos puede pensarse que es ironía, sátira, qué sé yo... Es decir, nadie puede escribir viñetas como las siguientes en serio, ¿no? Quizás olvidé decir que es la primera incursión viñetil del creador de Rambo, ese gran personaje. Hacer clic en la imagen, es de chiste:

La semana pasada tuve visita de Paloma y Vicky, las únicas personas más setas que yo: un sábado, Pulp Fiction y un cacho de Jackie Brown. Muy, muy decadente, pero como suele decirse, La decadencia es el nuevo negro. Gracias a esa visita vio mi salón la escoba por vez primera desde mi llegada. No, no es que me avergonzara del lamentable estado del suelo y barriera, es que tras tres días obligadas a dormir a escasos cuarenta centímetros por encima de esa fina capa de pelusa fueron ellas quienes no aguantaron más. En forma de vergonzante recordatorio escribieron los nombres en la capa de polvo que recubre la pantalla de la televisión y una carita sonriente. Sobra decir, ahí siguen y todos los días cuando apago el televisor me digo "Debería limpiar eso... naaaa mañana"

También vi esta semana la última de Medem. Es un poco irregular, pero las partes buenas son muy buenas y puede que sea su película más... cerebral. Merece la pena (tocho comentando alguna cosilla más en el anexo II, esta semana me arden los dedos de teclear). Y por fin, tras muchos años, un libro de fantasía que me engancha como los de Tolkien o Le Guin. Juego de tronos, de George R. R. Martin. Justamente famosa, espero ansioso que la señora Amazon me envíe más material. Si os apetece fantasía áltamente realista, que casi puede leerse como ficción histórica de la época de los caballeros medievales, es muy, muy adictiva.

Mis compañeros se van al Perú 3 meses y despejan la habitación. No, no me quedo solo en un piso de 4 habitaciones... aunque casi. Para compensar, me avisan mis caseros de que en breve vendrá una chica. "Noruega, o Sueca, o Suiza". Parece que reservó la habitación por Internet, sin verla siquiera. "Nórdica, pues" digo yo. Que frialdad, que confianza, que desengaño se puede llevar. Cogió la habitación pequeña, que sinceramente, para una rebaja de 230 a 220 € no merece mucho la pena. Sólo espero que sea como todos los erasmus con los que he vivido hasta ahora: silencioso, casi inexistente, y con tendencia a criticar la cocina española, especialmente los sofritos que "tienen mucha grasa", mientras tira de mantecaza, precocinados y bollería. Si además es chica y tiene unas tetazas empezaré a encontrar un patrón. Juro que yo no tengo nada que ver, estas cosas me suceden, es como el poder de la pornoquinesia de Diego, que no necesitaba bajarse porno, el porno iba a él motu proprio.

Y acabo no con una recomendación, pero si con un anhelo. La psicología masculina es básicamente básica, así que ¿por qué es tan difícil? ¿Por qué no podemos llevarnos bien?